algunos poemas

Vengan

Toda la población
asistiría sagradamente a la fiesta
por devoción a la virgen:
peregrinos, caminantes, en bicicleta
en taxis y trufis;
todos para prenderle velitas
a la santa mamita.
Hace ya varios años, gente moría,
apuñalados, atropellados, accidentes,
heridos, cortados.
Año tras año la virgen
se alimentaba
de muerte y sangre.

La gente no lo sabía
pero estaba en el periódico,
era la ofrenda.

Aquella estatua relame sus labios
se oye su lengua y saliva,
tiene sed


Hijitos míos vengan a mí.

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